La industria manufacturera se enfrenta a un momento crítico. La inestabilidad geopolítica está fracturando las cadenas de suministro desde el Suez hasta Shenzhen, afectando el flujo de materiales esenciales. Las empresas luchan contra el aumento de costos y la inflación, mientras enfrentan una fuerza laboral que se reduce constantemente, con más de medio millón de vacantes en el sector manufacturero solo en Estados Unidos. Además, el cambio climático está intensificando la presión sobre las empresas, con eventos climáticos extremos más frecuentes y regulaciones ambientales cada vez más estrictas. Estas circunstancias obligan a las empresas a replantearse sus operaciones y buscar nuevas soluciones.
La automatización avanzada, impulsada por la convergencia de tecnologías emergentes y establecidas como la inteligencia artificial industrial, los gemelos digitales, el internet de las cosas (IoT) y la robótica avanzada, promete una mayor resiliencia, flexibilidad, sostenibilidad y eficiencia para la industria. Historias de éxito individuales han demostrado el poder transformador de estas tecnologías, proporcionando ejemplos de mantenimiento predictivo impulsado por IA que reduce el tiempo de inactividad hasta en un 50%. Las simulaciones de gemelos digitales pueden reducir significativamente el tiempo de comercialización y también aportar beneficios ambientales: una encuesta encontró que el 77% de los líderes esperan que los gemelos digitales reduzcan las emisiones de carbono en un 15% en promedio.
Sin embargo, la adopción generalizada de esta automatización avanzada ha sido lenta. Este retraso no se debe necesariamente a una brecha tecnológica, sino que está relacionado con las capacidades de la fuerza laboral, los compromisos financieros y el riesgo requerido. Para las pequeñas y medianas empresas, y aquellas con instalaciones antiguas, los obstáculos para la implementación son significativos.
En los últimos años, los gobiernos han intervenido para acelerar el progreso industrial. A través de una revitalización de las políticas industriales, los gobiernos están incentivando la fabricación de alta tecnología, relocalizando procesos críticos de producción y reduciendo la dependencia de cadenas de suministro globales frágiles. Estas iniciativas están creando un entorno que puede finalmente permitir el cambio hacia la automatización avanzada.
Todas estas tendencias convergen en un momento clave para la manufactura. Las presiones externas sobre la industria, combinadas con el progreso tecnológico y los nuevos incentivos políticos, pueden habilitar finalmente la transición hacia la automatización avanzada. Este cambio no solo tiene el potencial de transformar la eficiencia operativa, sino que también puede ofrecer una ventaja competitiva significativa en un mercado cada vez más desafiante.